Economía y Libertad - In Memoriam de Fernando Salas
Economía y Libertad
Por: Víctor Maldonado C.
e-mail: victormaldonadoc@gmail.com
15/07/2016
Fernando Salas Falcón es un intelectual venezolano insustituible. Ayn Rand diría de él que es uno de “esos que reconocen la situación, revisan sus premisas, descubren sus activos ocultos y comienzan a reedificar”. De eso se trata la actividad intelectual, de no dejarse llevar, de ir contra la corriente si es necesario, y de legar a los demás, a los que vienen después, el esfuerzo consistente de aclarar, de disipar la niebla, de prefigurar lo que a veces no se puede apreciar apropiadamente, y de regalarnos una visión del mundo más útil, realista y constructiva. Es un pensador liberal venezolano. Y lo ha sido a pesar de las modas, las persecuciones ideológicas y la contaminación marxista que ha asolado universidades y otros centros de pensamiento. Le pedimos que nos regalara un decálogo de afirmaciones importantes, tal vez porque ahora como nunca antes, necesitamos claridad y consistencia.
1. El hombre tiene el derecho a que su vida sea
respetada por otros hombres y también el derecho de procurarse los medios de
subsistencia necesarios para conservar su vida. En eso consiste la dignidad del
ser humano.
2.
El hombre solo será digno si es propietario, sin
cortapisas, del fruto de su trabajo, y cuando sea el caso, de los medios
empleados para producirlos.
3. El hombre tiene derecho a ser libre. Y no es
libre quien no es dueño del producto de sus esfuerzos. No es libre el hombre
que depende de otros, o de la sociedad, o del estado, para sobrevivir. Un ser dependiente difícilmente es libre.
4. Mercado abierto y estado limitado en sus poderes
y en sus atribuciones, son las características básicas de una sociedad de
hombres libres. El estatismo es aplastante y depredador. No hay forma de hacer
transacciones dignas y estables con la fuerza.
5. Una economía eficiente maneja el problema de la
escasez, permite tomar decisiones apropiadas y tiene como resultado un aumento
constante y real de la riqueza social por la que las mayorías van alcanzando un
mejor nivel de vida. Sus premisas son el libre mercado, la garantía de la
propiedad plural y la plena vigencia del estado de derecho. Modelos mixtos no son
viables.
6. Los Estados no estabilizan la economía. Las
desestabilizan y luego culpan al mercado. El gasto público, el déficit
presupuestario y la colección de proyectos públicos inútiles son la evidencia
de que los gobiernos deberían abstenerse y/o limitarse en la economía. No hay
alternativa sana a la promoción del esfuerzo privado, la preparación técnica,
la frugalidad, la austeridad, la productividad y el ahorro. Cualquier otra
promesa es un fraude.
7. La pérdida de la libertad económica (aun cuando
se produzca lenta y progresivamente e independientemente del fin que se
persigue) lleva a la pérdida de la libertad política y del resto de las
libertades del hombre, al autoritarismo, a la estatización de toda la vida de
la gente común, a la dictadura no del proletariado, sino de una élite
partidista todopoderosa, omnisapiente y muy minoritaria.
8.
Hay que aprender a pensar la economía con
sensatez, serenidad y buen juicio. Los pragmatismos y los pragmáticos someten a
las sociedades a la vivencia difícil de un arroz con mango que provocan males
tan brutales como el desempleo y la pobreza.
9. El pragmatismo venezolano, la aparición de
injertos de morrocoy con gallo, solo se pueden contrarrestar con una visión de
lo que han sido los sistemas de pensamiento económico y de cómo ellos afectan
nuestra acción productiva y nuestras vidas. La ignorancia económica de los
ciudadanos es el abono para que demagogos, populistas y cultores de su propio
poder hagan estragos.
10. Todo proteccionismo mercantilista es el
resultado de una asociación entre inmorales que se aprovechan de su poder y de
su posición. Además de ser un
pensamiento obsoleto es la excusa para hacer una economía de los peores y de
los cobardes, que no se atreven a la competencia, ni resisten la innovación.
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